Hace un par
de años, se anunció en varios periódicos que el equipo de investigación de
Craig Venter consiguió crear vida artificial. Esta extraordinaria noticia
suscita muchas preguntas: ¿Cómo lo hicieron? ¿Para qué lo hicieron? ¿Es
realmente “vida” lo que crearon? ¿Significa eso que los humanos estamos jugando
a ser dioses?
Craig Venter, más conocido por su aportación al proyecto Genoma Humano |
Lo qué hicieron
Craig Venter y sus colaboradores es sintetizar químicamente el genoma de la
bacteria Mycoplasma mycoides. Es
decir, el ADN que utilizaron ya existía en la Naturaleza , sólo que en
este caso ellos lo sintetizaron por métodos de laboratorio. A continuación,
insertaron este genoma en otra bacteria distinta (pero de la misma familia), M. capricolum, qué previamente había
sido “vaciada” de sus propios genes. El resultado resultó ser una nueva especie
de bacteria híbrida, que estaba controlada por el genoma artificial introducido
y expresaba sus proteínas. A esta nueva bacteria se la denominó Mycoplasma mycoides JCVI-syn1.0. En
resumen, pese a los titulares sensacionalistas, no se puede decir que se creara
vida realmente: lo que se consiguió es replicar un genoma artificialmente y
crear una nueva especie de bacteria.
¿Qué utilidad
podría tener este descubrimiento? En primer lugar es un avance en las técnicas
de modificación genética. Una de las principales líneas de investigación de
Craig Venter es la utilización de microorganismos para obtener fuentes de
energía. Entre estos proyectos está la creación de un alga unicelular, que fije
el CO2 de la atmósfera (algo que hacen todas las plantas a través de la
fotosíntesis) y lo transforme en hidrocarburos. Esto sería algo revolucionario,
puesto que sería una fuente inagotable de generación de combustible,
liberándonos así de la dependencia de combustibles fósiles. Si se consiguiera
llevar a cabo este proyecto, sería un avance tecnológico comparable a cuando el
ser humano dio el paso de ser recolector a ser agricultor: en ese caso el
hombre ganó independencia en la generación de alimentos. En nuestro caso, ganaríamos
independencia en la generación de energía. Aunque deja sin resolver el problema de que la quema de combustibles contribuye en gran medida al efecto invernadero.
Otras
aplicaciones sería generar microorganismos que sintetizaran fármacos, o que
degradaran sustancias tóxicas para limpiar sitios contaminados o eliminar de
una forma ecológica residuos peligrosos resultantes de distintas industrias. También
hay que ser conscientes de que el proceso de creación de una bacteria
sintética, se ha hecho a escala de laboratorio. Hasta que se mejore la técnica,
y se consiga realizar a escala industrial a un precio razonable (ya que hoy en
día estas técnicas biotecnológicas resultan muy caras) no veremos la aplicación
práctica. Es posible que suceda, pero no será mañana mismo.
El ADN o ácido desoxirribonucleico |
Respecto a
las implicaciones filosóficas, hay mucha gente que se plantea si el ser humano
al jugar con la vida no se estará extralimitando. Sin embargo, examinando la
hazaña de Craig Vender de cerca, vemos que en realidad no ha “creado” vida. Hace
siglos que los seres humanos venimos realizando modificaciones de nuestro
entorno para mejorar nuestra vida. En el caso de los organismos transgénicos
(organismos a los que se les ha introducido un gen de otra especie) se ve muy claramente
su utilidad, a la vez que su peligro. Existen plantas transgénicas, en las que
el gen introducido por el hombre hace que sean resistentes a plagas de
insectos, o a condiciones climáticas extremas lo cual hace que sean menos
sensibles al entorno, y se pierdan menos cosechas. Sin embargo, también hay
otro tipo de plantas transgénicas que son resistentes a herbicidas. Esto hace que
se abuse de sustancias tóxicas que por un lado van a contaminar el terreno
donde están los cultivos, y por otro, los herbicidas se acumulan en la planta,
de forma que puede tener efectos nocivos en la salud de quien la consuma.
Las modificaciones genéticas
La
modificación genética en sí tampoco es nueva: desde hace siglos el ser humano
mediante cruces ha realizado una selección artificial de las plantas que le
interesaban, y ha creado nuevas especies mejoradas. Esto también sucede con los
animales: por ejemplo, hay razas de perros que no existían de forma natural, y
se crearon gracias a cruces y selección realizada por el hombre. Por tanto,
podríamos decir que las modernas técnicas de ingeniería genética no constituyen
una actividad diferente en esencia, sino una gran mejora tecnológica respecto a
los métodos tradicionales.
Por ello, por muy espectaculares y perturbadoras que resulten este tipo
de noticias, quizá al final todo se reduzca a evaluar la aplicación. No podemos
decir que el avance científico o tecnológico sea malo en sí, siempre que
mantengamos una ética en la investigación que nos lleve a estos avances como no
experimentar con seres humanos, no infringir sufrimiento a los animales de
experimentación, no destruir el Medio Ambiente, etc. Lo que es imprescindible
es evaluar cuidadosamente cada una de las aplicaciones que resulta de esta
tecnología, sus pros y sus contras, a nivel humano, ecológico y económico. Este
punto de vista se encuentra recogido en el Principio de Precaución, resultado
del desarrollo de la Bioética
y recogido en el Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
¿Qué es la vida?
Virus |
Según la
biología clásica, un ser vivo es algo que realiza estas tres actividades:
relación (con el medio que le rodea, con otros seres vivos), nutrición y
reproducción. Sin embargo, en esta definición se excluyen microorganismos como
los virus, ya que no son capaces de realizar estas funciones de forma autónoma.
Un virus está formado por unas pocas proteínas, y una corta cadena de ADN o ARN.
Pero al virus, le falta la “maquinaria” necesaria para auto- replicarse, y lo
que hace es cogerla prestada del organismo al que infecta.
Modelo de un prión |
Todavía hay
entes más simples que los virus, y que están en la frontera entre lo vivo y lo
no vivo: los priones. Los priones son simples proteínas (no tienen ADN ni ARN)
con una estructura modificada. Esta estructura es lo que hace que funcionen de
forma anómala, y que cuando entran en contacto con proteínas normales, las
induzcan a adoptar la estructura modificada produciendo así enfermedades como
la encefalopatía espongiforme bovina, más conocida como “enfermedad de las
vacas locas”.
Así, la frontera entre lo vivo y lo no vivo es más borrosa de lo que pensábamos.
Genoma y proteínas
Simplificando
un poco, las proteínas vienen a ser los ladrillos de los que se componen los
seres vivos. Las proteínas también forman la maquinaria microscópica que lleva
a cabo los procesos asociados a un ser vivo (nutrirse, reproducirse, responder
y adaptarse a los cambios que hay en el entorno). Hay otros compuestos que junto a las
proteínas hacen que el sistema funcione: las grasas (otro tipo de ladrillo, reserva
de combustible y precursoras químicas de muchas hormonas y sustancias
importantes), las vitaminas y minerales (catalizadores en muchas reacciones importantes),
los hidratos de carbono (combustible principal).
Modelo tridimensional de una proteína, la mioglobina |
El ADN (ácido
desoxirribonucleico) es una molécula larga formada por cuatro compuestos:
adenina (A), citosina (C), timina (T) y guanina (G). Estas cuatro moléculas se
unen para formar largas cadenas y serían como las letras de un lenguaje
particular, el de los genes. En algunos virus, en lugar de ADN nos encontramos
con una molécula parecida, el ARN (ácido ribonucléico). Un gen, es un trozo de
cadena de ADN que tiene una instrucción concreta para el organismo. Al conjunto
de genes de un ser vivo se le denomina genoma, y vendría a ser como el libro de
instrucciones por el que el organismo se guía para producir proteínas y otras
sustancias, describe como se tienen que ensamblar, qué reacciones químicas de
deben producir…El genoma, a diferencia de lo que se creía cuando se descubrió,
no es algo que condicione desde el nacimiento cómo se va a desarrollar un ser
vivo, ya que señales del entorno (nutrientes, temperatura, sustancias tóxicas, información,
etc) van a actuar sobre el genoma de forma que distintos genes pueden estar
activos o no, según las circunstancias. La ciencia que estudia esta interacción
entre los genes y el entorno se denomina Epigenética.